IaaS, que significa «Infrastructure as a Service» (Infraestructura como Servicio), es un modelo de computación en la nube que proporciona a los usuarios acceso a recursos informáticos fundamentales, como servidores virtuales, almacenamiento y redes a través de internet. En lugar de comprar y mantener servidores físicos y equipos de infraestructura, los usuarios pueden alquilar estos recursos a través de un proveedor de servicios en la nube.
En el modelo IaaS, los proveedores de la nube ofrecen una infraestructura virtualizada, que incluye servidores virtuales, máquinas virtuales, redes virtuales y almacenamiento virtualizado. Los usuarios pueden configurar, gestionar y controlar estos recursos según sus necesidades a través de una interfaz en línea o una API (Interfaz de Programación de Aplicaciones).
Características principales del IaaS:
- Flexibilidad y escalabilidad: Los usuarios pueden escalar los recursos hacia arriba o hacia abajo según sus necesidades en cualquier momento, lo que permite una mayor flexibilidad y eficiencia en el uso de la infraestructura.
- Pago por uso: Los usuarios pagan solo por los recursos que realmente utilizan, lo que permite un modelo de costos más flexible y eficiente.
- Autoaprovisionamiento: Los usuarios pueden aprovisionar y configurar recursos de manera rápida y automática, lo que agiliza el proceso de implementación de aplicaciones y servicios.
- Mantenimiento y actualizaciones: El proveedor de IaaS se encarga de la administración y el mantenimiento de la infraestructura subyacente, lo que libera a los usuarios de las tareas de mantenimiento.
- Acceso remoto: Los usuarios pueden acceder a sus recursos informáticos a través de internet desde cualquier lugar y en cualquier momento.
Ejemplos de IaaS incluyen servicios como Amazon Web Services (AWS) Elastic Compute Cloud (EC2), Microsoft Azure Virtual Machines, Google Compute Engine y DigitalOcean.
El modelo IaaS es especialmente útil para empresas y organizaciones que desean una mayor flexibilidad y agilidad en la gestión de su infraestructura tecnológica. Permite a las empresas evitar la inversión inicial en hardware costoso y brinda la capacidad de escalar recursos según las necesidades cambiantes del negocio. También facilita la implementación rápida de nuevos proyectos y aplicaciones sin tener que preocuparse por la infraestructura física y las complejidades del mantenimiento del hardware.